martes, 28 de octubre de 2008

No se de donde salió

Los colores amargos que salen de su cabeza
Gritan, lloran sufren en una sala de hospital,
Esta cansado, ya esta harta de ocultar los papeles de alguna clínica,
Se acopla su garganta cuando se mira al espejo,
Terror, menos una T,
Su casa se quema de amor, mientras
El duerme para siempre.

Te preguntas con qué hay que limpiar
La suciedad que dejaste
Entre tantos edificios te perdiste
Perdiste la cabeza entre tantas calles
Entre tanto mareo, entre tanto vomitado dinero,
Que costea puros encogidos de frío.

Esta preocupada, el mundo ya no lo ve igual.
Nadie la va a visitar a su nueva casita de acero,
Rodeada de nubes rosas.

Antes de partir ella contempla el paisaje desde un alto cerro.
Nadie a su lado le dice lo que debe hacer.
Nadie esta ahí, nadie la ve.

Nadie puede destrozar sus manos
Respira por última vez, antes de arrojarse al negro vacío
Que la respiración de su amado le proporcionaba en su oreja calida.

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