lunes, 24 de noviembre de 2008

Cuca

A David

Aturdido observé mis zapatillas mojadas por un largo rato, aturdido y con la espalda adolorida, “está hecha pebre”, pensé.
Mi compañero miraba taciturno la superficie metálica sobre la que estábamos sentados. Entonces el vehiculo se puso en marcha.
Pasó aproximadamente una hora, ahí adentro se hacen mil, y se abrieron las puertas de la cuca. Nos bajaron a palos.
Al bajar se me salió una de mis zapatillas, ¡Qué difícil es caminar cuando estas se encuentran sin cordones!
Ningún paco la recogió.

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