jueves, 13 de noviembre de 2008

Violeta

Violeta era su nombre, no se confunda, esto no es una historia de amor, es más bien una de terror.
Me miró con sus ojos diáfanos y entristecidos, cristalinos como una solitaria gota de agua sobre el pavimento de su piel, ¿Qué mas terrorífico que eso?
Después de liderar una gran batalla contra ella misma (creo yo), entre la duda y no se que mas, hizo un ultimo esfuerzo y de su garganta liberó un leve sonidito. “quiero que volvamos a intentarlo, que volvamos a empezar”, me dijo con su voz degradante y angustiosa, no esperó respuesta.
Allí estábamos, en medio de aquella plaza por nosotros elegida como nuestro habitual punto de encuentro, entre una débil lluvia de hojas secas. Me toma de la mano para llevarme con ella al mismo infierno.
Le hice el quite, me levanté de la raída banca y corrí sin rumbo por callejuelas abandonadas en una tarde de otoño, se levantó ella también, y, antes de que me alejara, me observó a la distancia y rompió en un llanto amargo.
¡Qué miedo!, ¡Qué susto me llevé!
Corrí despavorido, mas alternativa no tenía.

2 comentarios:

Priscila Tlimakilistli dijo...

Quién es violeta?
te gusta mi hermana Violeta, lo sé ):
pedófilo ):

xD
v.v ñee
(:

Priscila Tlimakilistli dijo...

Naah Patrishio, si me gustan tus escritos así... :P