Mi calle pisada por un sin fin de de zapatos acelerados, por mocasines tardos y zapatillas jóvenes y gastadas.
Mi calle ha sido el escenario, el lugar preciso, el escenario del show, del rodaje de mi vida y de la de muchos.
Ese es el sitio.
Ese es el sitio donde viví, donde crecí, y donde quiero morir.
Mi calle colmada de chicles y de colillas de cigarrillos, de papeles, de botellas, cada cual con su historia. La acera pisada por muchos, el pavimento que ha visto la evolución del tiempo por medio de automóviles, los camiones cargados de escombros y de los materiales que construirían nuestro apocalíptico progreso.
Mi calle, mi calle del recuerdo, de mis historias y de la de muchos, la de los vendedores de cloro, del afilador de cuchillos, de los carteros, de las jóvenes parejas de enamorados, del heladero que miraba los voluminosos traseros de las mas jóvenes y bellas del barrio, de los niños llenos de sueños, que caminan con una sonrisa de la mano de sus padres.Mi calle, calle que se vio encerrada, atrapada por un progreso que todo lo corroe, si no es así, pregúntenle a las mariposas de colores rojinegros, a las libélulas errantes, a los chanchitos de tierra, a los pies descalzos, por qué ya no transitan mi calle.
sábado, 16 de agosto de 2008
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